Ni siquiera permitió ingresos temporales de exiliados para
participar en responsos de sus familiares en Chile.
Hoy es un senador autodesignado que no se arrepiente de ningún crimen,
más aún, no los reconoce. Llega incluso al descaro de negar la
existencia de detenidos desaparecidos. Ha estado en las manos de
Pinochet aliviar el dolor de los familiares de esos detenidos pero no ha
tenido la estatura moral para hacer el gesto de solicitar a sus esbirros
que aporten datos sobre ellos. Lejos de arrepentirse, él y sus cómplices
extienden día a día el delito de secuestro.
�Qué mérito se le puede otorgar para merecer el indulto si el único
"gesto de reconciliación" que se le atribuye es dejar de celebrar el día
que desató el terror en Chile, situación que él mismo entendió que era
insostenible?
Queremos hacer ver al gobierno de Chile que la solicitud del señor
Larraín es inaceptable y constituye una muestra más de la absoluta
insensibilidad de la derecha ante el dolor ajeno, situación para la que
el senador ha facilitado su cara.
Pinochet no merece invocación de razones humanitarias y rogamos al
gobierno que no acoja el llamado de quienes sólo son capaces de sentir
el dolor propio, de los que no han tenido en todos estos años un sólo
gesto de humanidad para aliviar el dolor de aquellos a quienes han
agraviado.
Pinochet no estará incomunicado en una mazmorra, no será sometido a
torturas, tendrá derecho a la defensa. No será negada su detención. No
estará en peligro de desaparecer.
Que el dictador enfrente de una vez por todas a la justicia, que la
derecha no le niegue la oportunidad de mostrar al menos una fracción del
valor que tuvieron sus víctimas.
Que el gobierno de Chile no se preste para agregar más verguenza a
nuestra historia.
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi
© 1998
__ULTIMOS TRANVIAS
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